Día Mundial de la Alimentación

16 de octubre de 2022

El hambre sigue aumentando y ha afectado hasta 828 millones de personas en 2021, unaumento de alrededor de 46 millones de personas desde 2020 y 150 millones desde 2019. Lasituación es similar para la inseguridad alimentaria aguda a nivel de crisis, o crisis esporádicasy repentinas que limitan el acceso de las personas a los alimentos a corto plazo, hasta el puntode que sus vidas y medios de subsistencia están en peligro. En solo dos años el número depersonas aquejadas de inseguridad alimentaria aguda ha pasado de 135 a 193 millones, y esprobable que en 2022 sea peor. Unas 750 000 personas viven en condiciones de hambruna en 5países (Afganistán, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Yemen), más de cinco veces superior a lacifra alcanzada en 2020, según el informe Hunger Hotspots (punto crítico del hambre) de la FAO y el PMA (junio de 2022).

En algunas partes del mundo las personas están muriendo por inanición y los niños estánperdiendo su oportunidad de un futuro saludable debido a la malnutrición grave. Incluso lamalnutrición de leve a moderada puede aumentar el riesgo de que un niño muera por variosmotivos y tiene un efecto duradero en el desarrollo físico y cognitivo. Juntos, estos efectosamenazan con deshacer años de avances en desarrollo por los que se ha luchado arduamente.

Los conflictos, las crisis y las recesiones económicas, la emergencia climática y la degradaciónmedioambiental son los principales impulsores del hambre y la inseguridad alimentaria aescala mundial. También lo son los efectos colaterales de la COVID-19, que han interrumpidolas cadenas de suministro y limitado la capacidad de las personas para ganarse la vida.

La guerra en Ucrania ha exacerbado aún más la situación al impedir el acceso a cerealesbásicos para los países que importan de esa región, uno de los mayores graneros del mundopara los principales países importadores y al aumentar el coste de los insumos, especialmentelos fertilizantes, haciéndolos menos asequibles para los agricultores y afectando la siembrade cultivos de alimentos básicos y otros alimentos nutritivos para la próxima campaña. Como consecuencia, los precios han aumentado aún más y podrían llevar a más millones depersonas al borde del hambre y la malnutrición.

El hambre, la malnutrición y la pobreza son más difíciles de superar cuando vives en unaguerra, conflicto o en una zona propensa a desastres naturales. En las últimas décadas unnúmero cada vez mayor de crisis ha evolucionado desde eventos catastróficos a cortoplazo hasta crisis prolongadas a más largo plazo, en las que se combinan muchos tipos deperturbaciones y, con el tiempo, dejan atrás a un número cada vez mayor de personas.